Los famosos viven de su imagen y, cada vez, les cuesta más mantenerse sanos y sin excesos, con tal de superar sus manías, sus problemas personales y toda la presión, que supone estar las 24 horas del día ante los medios de comunicación.
Ser famoso debe de ser complicado, porque todos somos seres humanos, todos tenemos granos, ojeras, mocos... Todos tenemos esos días en los que te levantas y dices "buf, qué palo me da arreglarme hoy", te plantas una gorra y unas gafas de sol, y sales a la calle con uno de esos chándales ochenteros, roto por todos sitios y... ¿qué pasa?: pues, absolutamente nada.
Pero, cuando eres famoso, no puedes permitirte tener uno de esos días vagos, ya que, si te pillan en zapatillas, con una coleta mal hecha o con un agujero en el suéter, esa foto da la vuelta al mundo, en cuestión de segundos, y estás hundido. Eres la comidilla durante meses.
De ahí viene la "psicosis", que llegan a tener algunos famosos, por estar delgados y perfectos. Una de las que han declarado, en público, que se siente, literalmente, una ballena, no es otra que la polémica cantante Lily Allen. Según el diario "The Sun", la artista britanica Lily Allen padece dismorfia corporal y no logra verse, ante el espejo, como realmente es.
Tanto es así que la cantante britanica Lily Allen se compara con Michelle McManus, una chica con sobrepeso, que entró en el programa concurso televisivo "Pop Idol", el equivalente al programa concurso televisivo español "Operacion Triunfo". ¡No tienen nada que ver!. La concursante Michelle McManus, hace tres cantantes Lily Allen, y aún le sobran kilitos. Es una pena que cantantes jóvenes empiecen con estas manías, que pueden derivar en patologías médicas muy graves, por culpa de los cánones de moda y de belleza sociales.
Hay una canción de la artista britanica Lily Allen, llamada "Everything's Just Wonderful", que tiene frases tan explícitas sobre el tema de la gordura y sus complejos, como "quiero ser capaz de comer pasta a la boloñesa y no sentirme mal, un día tras otro" o, por ejemplo, "en las revistas hablan de la pérdida de peso; si me compro esos vaqueros puedo parecerme a Kate Moss. ¡Oh, no! Ésta no es la vida que he escogido, pero supongo que así son las cosas".
Está claro que eso de "la belleza está en el interior" no sirve en el "star system" del famoseo. Ya el pasado año 2.009, la artista Lily Allen se mostró muy cabreada con la cantante Katy Perry, porque ésta hizo una broma sobre su supuesta gordura.
La cantante britanica Lily Allen arremetió duramente, contestando que "sé que la contrataron, porque es una versión americana de mí. Pensaron que hacía falta alguien polémica y rara, como yo. Y, entonces, la encontraron".
Además, la artista Katy Perry se describió, a sí misma, como "una versión más gorda de Amy Winehouse y una versión más delgada de Lily Allen". A lo que la cantante britanica Lily Allen contestó, con un sonoro "¡cállate! ¡No eres inglesa, ni escribes tus propias canciones!". Sin duda, hubo una gran tensión, entre la cantante Lily Allen y la artista Katy Perry, debido a la bromita sobre el "sobrepeso" de la artista Lily Allen.
Asimismo, son muchísimas las estrellas que adelgazan y recuperan peso, de forma desmesurada, cada X tiempo. Siempre vemos las fotos del "antes" y del "después", que tanto les gusta publicar a las revistas. Y lo peor es que esas revistas son las que influyen en los adolescentes, que quieren parecerse a sus ídolos.
Definitivamente, eso no es sano para el cuerpo, pero el problema principal lo tienen en la mente, así que ya sabéis, como decía la cita latina, "mens sana in corpore sano". En otras palabras, sólo curándose por dentro, lograrán brillar por fuera, independientemente de cuántos kilos pesen.
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