Parece que el rapero John Cobra no ha sido el único que ha cabreado al gran público esta semana. Horas después de que el “rapero” valenciano John Cobra se llevará, repetidas veces, las manos a la entrepierna, con su mirada clavada en el respetable, una desgastadísima cantante Whitney Houston veía cómo parte del auditorio abandonaba su último concierto, en Australia, indignado por el patético espectáculo, que habían pagado por ver.
Esta pasada semana quedó patente el efecto de diez años de consumo de drogas, en la otrora maravillosa voz de la gran diva de la música negra, la artista Whitney Houston. Cuentan los asitentes, y prueba de ello son los videoclips musicales, que circulaban por internet, ya a los cinco minutos, que la intérprete Whitney Houston ofreció un concierto aburrido y falto de energía, que tuvo que parar para descansar, tras sólo interpretar dos temas en el escenario, y que intercaló voz y tos, en buena parte del repertorio.
Sólo seis temas después, la artista Whitney Houston cedió a su hermano, Gary Houston, la voz cantante, consciente de lo lejos que quedaban los viejos tiempos. Como dice el bloguero W.W.T.D.D., la gira de la estrella Whitney Houston bien se podía haber llamado “Voces de Acompañamiento y una Bateria Demasiado Alta y Estrella Invitada: Whitney Houston”. Me temo que tenía más gracia, el título de este supuesto "tour", de la cantante Whitney Houston, en el idioma inglés original.
El concierto de la artista Whitney Houston, cuyas entradas rondaban, aproximadamente, los 165,00 euros, tuvo su momento álgido en la interpretación del emocionante tema titulado "I Will Always Love You", cuya versión original correspondía a la cantante Dolly Parton, pero que popularizara la estrella Whitney Houston, en el año 1.992, tras su aparición en la película de cine, titulada "El Guardaespaldas (The Bodyguard)".
La cantante Whitney Houston no sólo paró (¿pausa drámatica?) a la mitad, para beber un poco de agua, sino que, en palabras de algunos críticos musicales, destrozó su popular nota alta final, como si de un aspirante a concursante del programa televisivo "Operación Triunfo" se tratara.
La presencia de la artista Whitney Houston, en Australia, ya venía acompañada por la polémica, después del episodio de divismo y pobre vocabulario de su llegada, al Aeropuerto Internacional de Brisbane (Australia), para los susodichos conciertos.
Tras hacerla esperar ¡2 minutos!, en la puerta de la terminal del Aeropuerto Internacional de Brisbane (Australia), a que llegara su limusina marca Mercedes Benz, la actriz y cantante Whitney Houston empezó a resoplar y a disparar barrabasadas al aire, igual que el loco de turno con el que te toca esperar en la parada del bus.
Sus “bullshit!” fueron contestados por un "fan", un tanto buen rollista, y no menos entrometido, que le dijo “quítese el gorro y las gafas de sol, y disfrute de esta mañana tan maravillosa”, a lo que la intérprete Whitney Houston le contestó, no sin algo de razón, que se fuera al cuerno.
Y es que sólo hay una cosa que me molesta más que la gente que se queja, en voz alta, de lo que tarda el autobús, y son los que, encima, les entran al trapo.