Como era de esperar, la cantante, venida a menos, Whitney Houston, ha vuelto a recaer, en sus adicciones, supuestamente, superadas. Para ponernos en antecedentes, ya en el año 2.002, la artista Whitney Houston reconoció que consumía cocaína y marihuana y que probaba otras drogas.
En el año 2.004 y en el año 2.005, la cantante Whitney Houston ingresó dos veces en rehabilitación. Además, hace cosa de dos años, a mediados del año 2.007, la artista Whitney Houston saltó a la luz pública, nuevamente, con una noticia que conmovió al mundo de la música y, sobre todo, a los "fans" de una de las mejores voces de las décadas de los años 80 y 90.
Se trataba de que la intérprete Whitney Houston, la estrella de la película titulada "El Guardaespaldas (The Bodyguard)", junto al actor Kevin Costner, que hizo bailar al mundo entero, con la archiconocida canción titulada "I Will Always Love You", había caído en la miseria más absoluta.
La cantante Whitney Houston era una "yonqui", adicta al "crack", a la cocaína y al alcohol, y, por si eso fuera poco, también, la artista Whitney Houston padecía el "Síndrome de Diógenes", dado que almacenaba toneladas de basura en su casa. Las fotografías de la artista Whitney Houston corrieron como la pólvora y todo el planeta Tierra vio a una intérprete Whitney Houston consumida, esquelética, dejada, mal vestida y viviendo en una auténtica pocilga.
A raíz de ese escándalo, la compañía discográfica de la cantante Whitney Houston se puso manos a la obra, para hacer uno de esos lavados de imagen "exprés", que tan acostumbrados están a hacerles a los artistas, hoy en día. En dos añitos escasos, teníamos a la artista Whitney Houston, de nuevo, sobre los escenarios, con nuevo trabajo discográfico, titulado "I Look to You", y con un "tour" mundial, una nueva gira por todo el mundo.
Imposible. Obviamente, es sólo una fachada. Por mucho que vistan de seda, maquillen y repeinen a un artista, si éste sigue enfermo, tarde o temprano recaerá.
Hablamos de adicciones, que cuestan muchísimo de superar, ya no sólo las drogas, sino una enfermedad tan grave como es el "Síndrome de Diógenes". Es, médicamente, imposible curar estas adicciones y todas estas enfermedades en, apenas, dos años y, además, someterse a la presión de una gira mundial, lo que supone volver a estar bajo el foco, las veinticuatro horas del día, expuesto a la fama, a la prensa y al público, en general.
¿Qué ha pasado?. Pues que el pasado día 6 de Febrero de 2.010, en la ciudad de Seúl (Corea del Sur), le dio, a la intérprete Whitney Houston, un ataque, según la publicación "National Enquire", por sobredósis, y se desmayó. Tras varios días en coma, la familia de la vocalista Whitney Houston, viendo el estado en el que encontraba la propia cantante Whitney Houston, al borde de la muerte, quiere que cancele su gira mundial y se cure, de una vez por todas, de su drogodependencia.
Y es que los lavados de imagen "exprés" no siempre salen bien y ello desemboca en, no sólo acabar con la carrera musical de un artista, sino, también, con su vida personal. De estos lavados de imagen "exprés", hay varios ejemplos en el panorama musical actual. Veamos, si no, ciertos casos como los de la cantante británica Amy Winehouse o los de la artista norteamericana Britney Spears.
La solista Amy Winehouse no hace más que entrar y salir de clínicas de rehabilitación. Vemos a la artista Amy Winehouse "bien" y, aparentemente, sana en una gala de entrega de premios musicales y, a la semana, vemos a la intérprete Amy Winehouse demacrada, con diez kilos menos de peso, y tomándose las uvas de fin de año en un hospital. Estos altibajos son pura dinamita para cualquier ser humano.
Otro caso es el de la artista norteamericana Britney Spears. Ahora, parece que la cantante Britney Spears está genial, y deseo que así sea, pero, también, me da miedo que, a la larga, se vuelvan a manifestar, en la cantante Britney Spears, las adicciones que la llevaron a la locura, hace cosa de tres años.
Cabe recordar que la intérprete Britney Spears intentó suicidarse, que era adicta al "cristal", que, cada dos por tres, se emborrachaba en fiestas y en celebraciones y que fue diagnosticada con trastorno bipolar. Ahora, vemos a la artista Britney Spears sana, guapa y en el candelero, con su último trabajo discográfico, titulado "Circus", y con su última recopilación de grandes éxitos, llamada "The Singles Collection", pero la pregunta es... ¿aguantará la cantante Britney Spears la presión?. Eso espero.
Lo que quiero decir, sin personificar en más famosos, que los hay, es que estas "curas inmediatas" no hacen sino empeorar las cosas. Lo que quiero decir es que lo ideal sería alejar a los artistas enfermos, completamente, de la luz pública, y que pasen los años que tengan que pasar, tomándose en serio, de una vez por todas, la rehabilitación. Lo que quiero decir es que, si los artistas o músicos enfermos vuelven a actuar, sea porque, realmente, están sanas y curadas.
No vale la pena poner una tirita, en una herida que sigue sangrando, porque, tarde o temprano, se caerá. Mejor coser unos puntos y asegurarse de que la herida se cierra. Pero, claro, los artistas son dinero y parece ser que las compañías discográficas no están dispuestas a esperar a una plena recuperación, puesto que eso supone dejar de ganar dinero durante un tiempo. El lema de las compañías discográficas es, básicamente, "esté como esté, ¡que cante!", y, luego, eso pasa facturas, quizás, irreversibles.
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