La cantante Miley Cyrus se pasa, como unos dos minutos, con el 'clic-clic' del llavero de apertura automática, ante un coche que no es el suyo y que, obviamente, no responde a su orden de "ábrete, sésamo".
Por si eso fuera poco, la cantante Miley Cyrus va cargada con un maxifrapuccino, "made in Starbucks Coffee", y una familia con dos niñas pequeñas, que alucinan de ver al personaje televisivo de Disney, Hannah Montana, vestida con ropa rota y conduciendo un coche, la observa con rostro cómico.
Pero lo mejor de la secuencia no es la confusión en sí, sino que la cantante Miley Cyrus está rodeada de periodistas y de cámaras, que, a una distancia de medio metro como mucho, le están gritando en idioma inglés, que "is not this one, Miley, is not this one!", que, en lenguaje castellano, significa "no es ése. Miley, no es ése", advirtiéndola de que se está equivocando de vehículo.
La artista Miley Cyrus, agobiada por la presión del coche que no se abre, pasa de sus gritos y sigue insistiendo; tras transcurrir los segundos más largos de su vida y reaccionando ante las voces de los reporteros, la cantante Miley Cyrus levanta la cabeza, con su mirada de niña pícara, y, sonriente, suelta un "Ups!", acompañado de una cara de "tierra, trágame", y va, casi corriendo, hasta su coche real.
Cuando llega a su coche auténtico, la joven artista Miley Cyrus usa el 'clic-clic' de nuevo y... ¡sorpresa!, esta vez funciona y la cantante Miley Cyrus suelta un "je, je, éste sí es mi coche", y se sube en él a toda prisa. Despistes como éste los tenemos todos. Lo malo es que justo te pase delante de una cámara.
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