En los ultimos días, hemos visto, oído y leído a cientos de profesionales de los medios de comunicación llevándose las manos a la cabeza en relación con el disparatado fichaje del futbolista Cristiano Ronaldo por el Real Madrid Club de Fútbol. Con todo, con los 95 millones de euros, uno encima de otro, no nos hemos librado de ejercicios de demagogia en ocasiones extremos. El fútbol es una de las válvulas de escape del mundo y lo mismo que el fichaje de Cristiano Ronaldo ilusiona a los madridistas e indigna al resto del mundo, sirve para que aficionados y detractores lleguen a similares conclusiones: "Con lo que ganan!".
Pepe Colubí, hoy por hoy una de las mejores firmas de España y colaborador del semanario El Jueves, sin defenderlo, compara los 10 millones de euros que cobrará el futbolista portugués Cristiano Ronaldo el próximo año 2010, con los casi 50 millones de euros que se emplumó el actor Harrison Ford en la última, y mediocre todo hay que decirlo, entrega de las aventuras de Indiana Jones.
De alguna manera los excesos del fútbol, que, en un país como España monopolizan, para bien o para mal, las conversaciones de los Lunes, Jueves y Vísperas-De-Festivo, indignan más que los excesos del mundo del espectaculo, independientemente de que los excesos de la industria musical repercutan en cada CD-R que me compro o en las copas que me tomo. En fin, otro ejercicio de demagogia.
Un ejemplo de esto es la última extravagancia de la Reina del Pop. La cantante Madonna estaba tan encantada con su vida campestre en tierras inglesas que ha decidido llevársela con ella. La idea o, al menos, lo que le ha pedido la cantante Madonna a su equipo de arquitectos, es que recreen ese feeling campestre, habitación por habitación, en su nueva ubicación en Manhattan (Nueva York, EE.UU.).
La antigua casa de la cantante Madonna (y de su marido Guy Ritchie) en la localidad de Ashcombe, una población con un censo aproximado de 77 personas, tenía una impresionante colección de alfombras orientales, pero la diva Madonna, tan espiritual como es, no quiere meter ninguna en su nueva casa, porque está convencida de que traerían con ellas mal karma. Así que lo que va a intentar hacer la estrella Madonna es "reproducir" la casa al milímetro o, mejor dicho, al metro cuadrado. Así que los asistentes de la cantante Madonna están peinando el "upper east side", buscando candelabros, mesillas y sillas de época.
La cantante Madonna reconoce que ha pasado por una separación un tanto dolorosa, sobre todo de su añorada casa en la localidad de Ashcombe, e, incluso, ha sustituido un suelo de madera por azulejos de terracota, al estilo de su anterior morada. La cosa ha llegado a tal punto que algunas de sus amistades han empezado a mostrar cierta preocupación, sobre todo después de enterarse de que la cantante Madonna quiere ponerse a criar pollos en su bloque de 40 millones de dolares, para que sus hijos se sientan como en casa.
Un ejemplo de esto es la última extravagancia de la Reina del Pop. La cantante Madonna estaba tan encantada con su vida campestre en tierras inglesas que ha decidido llevársela con ella. La idea o, al menos, lo que le ha pedido la cantante Madonna a su equipo de arquitectos, es que recreen ese feeling campestre, habitación por habitación, en su nueva ubicación en Manhattan (Nueva York, EE.UU.).
La antigua casa de la cantante Madonna (y de su marido Guy Ritchie) en la localidad de Ashcombe, una población con un censo aproximado de 77 personas, tenía una impresionante colección de alfombras orientales, pero la diva Madonna, tan espiritual como es, no quiere meter ninguna en su nueva casa, porque está convencida de que traerían con ellas mal karma. Así que lo que va a intentar hacer la estrella Madonna es "reproducir" la casa al milímetro o, mejor dicho, al metro cuadrado. Así que los asistentes de la cantante Madonna están peinando el "upper east side", buscando candelabros, mesillas y sillas de época.
La cantante Madonna reconoce que ha pasado por una separación un tanto dolorosa, sobre todo de su añorada casa en la localidad de Ashcombe, e, incluso, ha sustituido un suelo de madera por azulejos de terracota, al estilo de su anterior morada. La cosa ha llegado a tal punto que algunas de sus amistades han empezado a mostrar cierta preocupación, sobre todo después de enterarse de que la cantante Madonna quiere ponerse a criar pollos en su bloque de 40 millones de dolares, para que sus hijos se sientan como en casa.
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